Aprovechando la contestación a la presidencia de una asociación de vecinos que ante la pérdida de aparcamientos y las quejas de parte del vecindario se planteaba reconvertir el proyecto de un carril bici en calzada en una ciclocalle; hacemos pública aquí nuestra contestación ya que sirve para ilustrar a nuestros lectores sobre la problemática todavía no resuelta en nuestra ciudad con las Ciclocalles y la posibilidad que ofrece el borrador de la nueva Ordenanza de Movilidad (no bien vista por la Policía Local) de circular en determinadas calles en lo que se conoce como “doble sentido ciclista”:
“Hemos de decir que para la circulación ciclista la ciclocalle es una solución adecuada en trayectos muy cortos y en calles donde la anchura dificulta la construcción de un carril bici en calzada. Sin embargo las ciclocalles tienen dos problemas:
-El primero y tal vez más importante es que en València no se respetan y es habitual que los conductores de automóviles nos acosen por detrás, razón por la cual niños y otras personas no muy habituadas a circular en bici por espacios urbanos acaban por no usarlas y terminan utilizando las aceras con el daño que eso hace a la imagen de los ciclistas como colectivo y el peligro y molestias que ello conlleva a los peatones.
-El segundo, es que a no ser que se diseñen como de «doble sentido ciclista” como ocurre por ejemplo en muchas ciudades de Francia o incluso en Vitoria-Gasteiz, el itinerario ciclista queda interrumpido para los que van en sentido contrario al resto del tráfico, obligando a buscar itinerarios alternativos y a dar rodeos que penalizan a un medio de transporte que no nos olvidemos requiere la fuerza humana y es beneficioso para la ciudad.
En nuestra ciudad ya existen dos ciclocalles de doble sentido para bicicletas que representan a penas unos pocos metros del viario. Desgraciadamente y por lo leído en vuestro informe y lo leído en prensa respecto a lo que piensa la policía local sobre la futura ordenanza, todavía mucha gente desconoce la posibilidad de hacer itinerarios por calles de velocidad limitada a 30 con doble sentido para bicis como ocurre en muchas partes de Europa. Para nosotros no es un tema menor puesto que volver a poder circular en los dos sentidos por las calles de nuestra ciudad es devolver a la bici los derechos con los que contó hasta que la ingeniería de tráfico pensada para el automóvil transformó las calles en vías (no es lo mismo una calle que sirve para múltiples usos sociales, que una vía que está diseñada para «circular») y algunas de esas vías, en vías de un sentido de circulación porque no cabían dos coches circulando en sentido opuesto.
La experiencia que tenemos de circular por València (ilegalmente) en contra sentido y la experiencia europea nos dicen lo contrario, que esto puede volverse a dar en nuestra ciudad sin grandes problemas más que los habituales cuando se ponen cosas «diferentes».
Lamentablemente (por lo mucho que dice de la educación de los valencianos) lo único que se nos ocurre para «obligar» a respetar a los ciclistas en las ciclocalles es poner badenes.
Adjuntamos pues unas fotos de la ciudad de Grenoble en Francia hechas en 2009 donde muchas calles de la ciudad cuentan con calles de «double sens Cyclable».
Esperamos que sea de su interés. Y piensen que los vecinos no solo son los que tienen coche, sino que somos todos y todas, incluidos los que se desplazan en bicicleta o patinete.”