El gobierno no tiene autoridad moral para velar por la seguridad de nosotros los ciclistas, más si cabe cuando los únicos que los apoyan son instituciones que nunca se habían preocupado por nosotros y que en la mayoría de los casos tienen intereses económicos contrarios al despegue de la bici en nuestro país.
El caso más llamativo estos últimos meses es el de la Confederación Nacional de Autoescuelas (que por cierto hasta ahora nunca se habían preocupado por la seguridad ciclista) con un infumable anuncio en la contraportada del diario «El País» que pretende decir a la gente que es lo que se debe hacer para ir seguro en bicicleta y de paso tachar a quien no esté de acuerdo con sus simplistas soluciones (ponte el casco y punto) de irresponsable.