Un estudio de la aseguradora Mapfre presentado este mes de junio, nos da (sin quererlo) la razón respecto a la utilidad del casco a la hora de reducir la accidentabilidad y la morbilidad entre los ciclistas. Según ese estudio, durante 2010, un total de 3.496 ciclistas sufrieron un accidente en España, y 67 de ellos fallecieron, un 20% más que en 2009. A diferencia de otros países europeos, en España, la mayor concentración de accidentes se registra fuera de las ciudades, lo que hace que nuestro país encabece el ranking europeo de ciclistas fallecidos en carretera.
Siendo España el único país Europeo dónde es obligatorio el uso del casco en vías interurbanas y a su vez el país dónde más alta es la accidentabilidad, habría que plantearse si la obligatoriedad del casco que en su momento la clase política de nuestro país adoptó como mejor manera de garantizarse su propia justificación de que había hecho algo por la seguridad de los ciclistas no es más que eso: una manera de hacer que se ha hecho algo sin solucionar nada.
En los países con mayor uso de la bici, aquellos dónde esta tiene ganado el respeto de todos y dónde la normativa y las infraestructuras la benefician y protegen de verdad, es dónde menos accidentes hay. Ya lo dijimos en su momento a los congresistas y senadores que finalmente acabaron imponiendo la obligatoriedad del uso del casco: «Lo que estáis haciendo es lavados las manos ante un problema que no creamos nosotros, criminalizando a la víctima y dejando impune al que causa el daño: el vehículo a motor».
Sobre la credibilidad de clase política (en especial de los partidos mayoritarios) de este país que es el nuestro, poco más podemos contaros que no sepáis ya.
Aquí tenéis un documento entre otros de la postura nuestra, de Con bici y de la ECF (federación de ciclistas Europeos) sobre la obligatoriedad del casco:
http://www.conbici.org/joomla/files/legislacion/casco-ecf.pdf