Si no crees en la obligatoriedad del casco para ciclistas y quieres tener una argumentación resumida del por qué no cumplirla que te pueda servir ante la autoridad competente o ante tu vecino que no entiende por qué no quieres protegerte: copia, pega e imprime.
Pero antes que nada firma la petición de destitución de quien está ahora mismo a la cabeza de esta cruzada contra la seguridad y el libre albedrío de los ciclistas:
http://www.avaaz.org/es/petition/Pedimos_la_destitucion_de_la_Directora_…
Soy objetor de conciencia al casco obligatorio en ciudad y carretera porque es una medida ineficaz, desproporcionada, un ataque al sentido común, que mide todos los tipos de ciclismo por igual, injusta e hipócrita. Es una norma con la que la clase política en 1999 y la DGT ahora, pretenden lavarse las manos (hacer que han hecho algo por nuestra seguridad sin en realidad hacer nada) y que lo único que hace, es desviar la atención sobre la verdadera causa de la mortalidad entre los ciclistas: los coches.
– Ineficaz:
– Desde 2004 en que se obligó a llevar casco en vías interurbanas en España, el número de accidentes y muertos entre los ciclistas ha ido fluctuando ligeramente y reduciéndose ligeramente como en el resto de conductores, no por el uso del casco, sino por la aplicación del Carnet por puntos y una mayor concienciación social.
– De hecho, España es el único país de Europa (si exceptuamos Eslovenia) donde es obligatorio el uso del casco en vías interurbanas y está a la cabeza en la accidentabilidad en carretera lo que demuestra que el uso del casco poco incide sobre las verdaderas causas de la mortalidad ciclista.
– De entre los ciclistas accidentados con lesiones craneoencefálicas casi 1/3 llevaba casco, la mitad en el caso de los fallecidos.
– Desproporcionada y que mide todos los tipos de ciclismo por igual:
– Los riesgos de caerse en bicicleta y sus consecuencias (que es casi para lo único que sirve el casco ciclista) no son los mismos entre los que hacen deporte en bicicleta (de carretera o montaña) que los que pasean o se desplazan sin competir en bicicleta. Y absolutamente nada que ver con las motos y ciclomotores.
– En ningún país de Europa es obligatorio (si exceptuamos Eslovenia donde en sus ciudades en la práctica no se aplica).
– Aún así, el porcentaje de heridos con lesiones craneales en bicicleta cada año no llega ni de lejos al 0’01% de entre el monto total de usuarios de la bici (deportivos y de transporte cotidiano sea en vías urbanas o interurbanas).
– Una auténtica tomadura de pelo calculada dentro de la cultura de la sobreprotección y el control por el miedo, y que quiere convertir la inocua bicicleta de nuestra infancia en un elemento de riesgo que nadie en su sano juicio concibe.
– Injusta:
Con ella se pretende desincentivar la bicicleta y así mantener los privilegios del automóvil.
– Porque su obligatoriedad universal como se pretende desde la DGT es una medida casi única en el mundo (solo en Australia y Nueva Zelanda está totalmente prohibido coger la bici si no se lleva casco) que hizo descender el uso de la bici entre un 30 y 45 % allí donde se impuso.
– Si solo el 5% del monto total de lesionados craneoencefálicos es ciclista ¿Por qué obligar a llevar casco a los ciclistas y no a los conductores de automóvil y los peatones? El cinturón no es del todo eficaz y por ello en el automovilismo deportivo (rallys y F-1) se lleva casco además de cinturón ¿Por qué no se hace al conductor de turismos, y sí se le exige al ciclista de a diario? Sencillamente porque desincentivaría el uso del automóvil.
– Hipócrita y paternalista:
– Debido a la doble vara de medir, entendemos que el pacto social por el que el Estado tiene potestad para imponer medidas coercitivas a los ciudadanos, está roto en el caso de medidas individuales que no afectan a terceras personas, y en este caso mucho más: “Quienes no cuestionan esto, arguyen a las cargas o gastos derivados de los que el Estado tendría que hacerse cargo. Ahora bien ¿Por qué hay cargas que son asumibles y otras obviamente menores no lo son? ¿Por qué el Estado y la sociedad están dispuestos a hacerse cargo de los gastos sanitarios de millares de muertos debido a la contaminación, de los hospitalizados por problemas de corazón y sedentarismo o de los accidentados en el tráfico automóvil y en cambio, son tan beligerantes con los 15 ciclistas urbanos anuales víctimas de un accidente mortal que no quieren llevar un casco y que en el 80% de los casos no les hubiera salvado la vida? Los gastos que ocasionan los ciclistas sin casco son insignificantes comparados con todo lo anterior. La sociedad acepta todas esas bajas producto de la contaminación, del sedentarismo y de la accidentabilidad (algo que evita el uso masivo de la bici) y sin embargo se lleva las manos a la cabeza por los gastos que puedan ocasionar un grupo de ciclistas que no quieren llevar casco por obligación.”