Este año 2020 València en Bici-Acció Ecologista Agró ha cumplido 30 años y ha sido reconocida con la Medalla de la Ciudad de València otorgada por el Pleno Municipal. Creo de verdad que nos la hemos merecido. No solo por el esfuerzo que nos ha llevado, sino también por los resultados sociales obtenidos.
Puedo asegurar sin sonrojarme que VB ha sido y todavía es, el referente de la movilidad sostenible en la ciudad de València. Nos precedieron reclamando el primer carril bici de nuestra ciudad desaparecidas asociaciones de los años 80 como la LLuna Plena o la Colla Més LLuny, pero nadie ha sobrevivido 3 décadas reclamando no solo carriles bici, ciclocalles, mejoras en la legislación de tráfico (entre ellas la oposición férrea al casco obligatorio) ordenanzas municipales pro bici, la intermodadlidad tren y bicicleta de la que se benefician un montón de ciclistas todos los días en el área metropolitana sin saber muy bien quién se peleó para que así se diera y más medidas que al profano le pueden parecer sectoriales pero que en el fondo no lo son (tenemos muy claro que beneficiar a la bici es beneficiar al ecosistema urbano y terrestre y por tanto a todos los ciudadanos y seres vivos del planeta) sino también reclamando barrios residenciales libres de tráfico (Campaña Ciutat Vella Sense Trànsit en 1997 por ejemplo) la accesibilidad peatonal y ciclista en puentes y túneles (como por ejemplo la pasarela peatonal de Malilla o el túnel de las Grandes Vías…) y mejoras en el transporte público especialmente ferroviario que repercuten más allá de los usuarios de la bici.
Ha sido una lucha titánica (o así la he vivido yo estos 30 años) pues la incomprensión tanto política como ciudadana ha sido la moneda habitual. Pero el esfuerzo se ha visto recompensado no sólo con este reconocimiento sino con los resultados: tras la incomprensión en los años 90 de asociaciones de vecinos y de comerciantes, ahora piden más o menos abiertamente restricciones de tráfico, hemos visto como en esta ciudad han llegado a gobernar un alcalde y un concejal ya no de tráfico sino de movilidad que son ciclistas de toda la vida e incluso, tras una feroz campaña política y mediática por parte de la oposición contra la extensión de los carriles bici con criterios que siempre hemos defendido, estos nos han reconocido la medalla de la Ciudad, lo cual les honra, a pesar de una única y solitaria abstención en dicho Pleno Municipal.
En todo este tiempo muchas personas han formado o todavía forman parte de este colectivo de usuarios de la bicicleta que siempre hemos concebido no solo como un juego, un deporte, un medio de transporte o un instrumento de placer sensorial, sino como un instrumento de transformación social y ecológica. Es por ello que cuando nacimos y nos pusimos nombre en el Puente del Mar en la primavera de 1990, decidimos claramente por mayoría adherirnos a un grupo ecologista, a Acció Ecologista-Agró. Porque para nosotros y nosotras la bici es ecología.
Muchos y muchas ya no están, algunos y algunas seguimos desde el principio o desde hace más o menos años y otros y otras son recién llegados y llegadas lo cual nos llena de orgullo y esperanza. Para mí, que llevo desde su fundación bregando por cambiar el paradigma de la movilidad, la Medalla de la Ciudad, pero también los cambios reales que se han producido, son todo un reconocimiento a una carrera vital. Otros como Justo con 84 años y ya alejado de la militancia directa, la Medalla de la Ciudad es un reconocimiento a esa gente de la que formó parte y con la que compartió una de las mejores épocas de su vida según palabras textuales suyas. Un recuerdo pues desde estas líneas a todos los y las que estuvieron, pues hicieron de este un gran Colectivo; y como no un gran abrazo a l@s que están (algun@s jóvenes otr@s no tanto, gente que lleva 15, 10 o menos años incluso recién llegad@s) y que por suerte todavía tienen ganas de seguir bregando por una ciudad y un medio ambiente mejores.
¡Todavía hay mucho que hacer y si alguien pretende que volvamos para atrás nos tendrán de frente!