Este conciso artículo de opinión del compañero Antonio Llópez y publicado en el diario Levante.mv, es un buen diagnóstico sobre el abandono que está sufriendo el ferrocarril convencional en nuestro país y por lo tanto de las posibilidades de viajar en bicicleta:
Voy en el regional Madrid-Cuenca-Valencia (el único en ese trayecto donde podemos llevar bicicletas). Venimos de vuelta de un viaje de cicloturismo de alforjas y escribo esto sobre mi tablet, con dificultad eso si, debido al excesivo movimiento del tren que traquetea a no mas de 60 km/ hora sobre unas vías en mal estado y que en muchos puntos del trazado sufren restricciones por debajo de los 20-30 km/hora. Hace unos pocos años ese trayecto lo hacíamos en 5 horas, después fueron en 6 y hoy en 7. Es el resultado de una política ferroviaria que pretende cerrar la red de ferrocarril convencional que le haga sombra al AVE. Hace unos días, algunos titulares en la prensa criminalizaban a un maquinista que había «abandonado» según Renfe un tren Alvia en la estación de Osorno en Palencia. Unos días después, algunos diarios rectificaban e incidían con mayor conocimiento de causa pero sin entrar mas a fondo en el porqué de esa al parecer insólita actuación. Esa noticia que me sorprendió viajando con la bici y el tren en esa misma linea entre Valladolid y Santander y en la que días antes sufrimos uno de esos percances que van jalonando día a día la geografía ferroviaria española sin que trasciendan en prensa, fue la gota que colma el vaso de lo que este verano hemos ido viendo y padeciendo.
Llevo mas de 20 años de viajes bici+tren y este verano he sufrido, como nunca hasta entonces, las incidencias que se están dando en los servicios ferroviarios convencionales. He podido hablar con diversos interventores en ruta y la desmotivación y el queme entre los ferroviarios es evidente. Los directivos de Renfe como ya pude comprobar en toda mi etapa de interlocutor de la coordinadora estatal “ConBici”, están blindados contra todo. Les importa un bledo el servicio publico, los clientes, si los trenes se llenan o no, si los cicloturistas pueden o no viajar contribuyendo así a hacer los trenes regionales más rentables, los trabajadores y sus condiciones y si se termina con el tren en España o no. Son una verdadera casta que supera a la de los políticos que hasta ahora nos han gobernado, es una Casta con mayusculas. Nos torean los unos y los otros pasándose responsabilidades.
El Alvia no es el primer tren que se queda sin su maquinista, hace no mucho un tren regional que iba a cubrir la linea Valencia-Alcoi no salió de la estación porque ¡no había maquinista! Se están quedando sin maquinistas y sin trenes, los primeros porque se jubilan y no se reponen los puestos con nuevo personal y los segundos porque se averían (como nos ocurrió en agosto con el regional Valencia-Cuenca, un tren de la serie 592 que se quedó tirado en la estación de Utiel o el regional exprés, un tren eléctrico de la serie 440 que salió con media hora de retraso la semana pasada entre Valladolid y Santander) o porque los trenes regionales de la serie 592 se vendieron a los ferrocarriles portugueses para después alquilárselos al ver que les faltaban trenes y ahora son reclamados por sus compradores.
Eso si, Renfe ha pedido al gobierno autorización para comprar por 2.642 millones de euros 30 nuevos trenes AVE porque como dice la derecha de nuestro país «vivimos por encima de nuestras posibilidades».
Antonio Llópez Moreno, miembro de València en Bici- Acció ecologista agró