Desde sus inicios, nuestro colectivo ha estado involucrado tanto en luchas ferroviarias, como en la demanda de vías verdes allá donde las vías habían sido desmanteladas. De facto, fuimos los primeros (1994, 1998, 2000) en demandar la reconversión del extinto tren minero de Sierra Menera en la ahora más que conocida Vía Verde de Ojos negros.
Aunque a primera vista parezca contradictorio, ahora somos parte de los que demandamos que el último tramo de esa vía férrea todavía sin desmantelar, no acabe siendo el último tramo de la Vía Verde de Ojos Negros.
Avisados por los compañeros de la plataforma del ferrocarril de Teruel (con los que reivindicamos en 1998 la vía verde de Ojos Negros) de que algunos representantes políticos de la comarca del Jiloca pretenden desmantelar el ramal ferroviario que todavía queda entre Santa Eulalia del campo y las minas de Ojos Negros para hacerlo vía verde, hemos comenzado a plantear otras alternativas.
De momento ya van un par de artículos en la prensa aragonesa, como este último en el Diario de Teruel que aquí reproducimos; pero tal vez, sea necesario más adelante, organizar una marcha reivindicativa como en los viejos tiempos para conseguir nuestros sueños:
«Por un tren histórico-turístico a Ojos Negros
Si un turista o una familia de turistas llega a Teruel, lo primero que se planteará es qué se puede hacer en Teruel.
¿Y qué ofrece Teruel en estos momentos al turista? ¿Los amantes y su mausoleo, el mudejar, la Vía Verde de Ojos Negros, Albarracín, Dinópolis? ¿Y ya está? Desde luego que no, hay más, aunque sobre todo para el turista amante de la naturaleza. El turismo familiar sin embargo, casi solo tiene a Dinópolis como lugar de esparcimiento. Esto podría cambiar porque hay un recurso histórico, ligado al ferrocarril y a las explotaciones mineras que no solo atraería al cicloturista y al turista de naturaleza y paisajes como lo hace ahora, sino a un turismo más familiar. Solo es necesario ponerlo en valor, no como Vía Verde como se pretende desde ciertos posicionamientos políticos, sino como un pack turístico accesible para todos los públicos: un tren turístico-histórico que nos transportaría a la historia pasada y más reciente de la provincia.
“El tren de Ojos Negros” podría estar guardado en el futuro museo del ferrocarril de Caminreal, salir hacia Santa Eulalia donde podrían transbordar los viajeros de la línea férrea Zaragoza-València y subir en él bicicletas y personas; cuesta arriba, sin cansarse y disfrutando del paisaje hasta las minas de hierro de Ojos Negros. En las minas se realizaría una visita guiada a las instalaciones industriales y bajarían los cicloturistas que quisieran comenzar a recorrer la Vía Verde desde su origen. Estos, por la carretera apenas transitada, bajarían casi paralelos a la vía férrea por la que acababan de subir en un tren que les ha dado más sentido a su viaje histórico-industrial. En el viaje de vuelta, el tren haría otra parada en Peracense. Aquí toca bajar y subir al castillo que se yergue sobre las peñas rodenas justo donde la vista alcanza por encima de la vía. La subida a pie, en bici o en microbús. Después, tras un tiempo prudencial de visita, de nuevo el tren bajaría hasta Santa Eulalía y al museo del ferrocarril de Caminreal.
Esta idea que casi podemos visualizar en nuestra imaginación, no es una idea en la que creyamos solo nosotros: En la Asociación Zaragozana de Amigos del Ferrocarril y Tranvías (AZAFT) también creen, pues como bien dice su presidente Carlos Abadías “compartimos vuestra idea de que levantar la vía entre Santa Eulalia y Ojos Negros para hacer una vía verde es un despropósito. Existen suficientes caminos junto a la vía para hacer llegar la Vía Verde del Sierra Menera hasta Ojos negros, lo que permitiría la explotación como ferrocarril histórico de la vía existente. Hace años que la Alcaldesa de Peracense contactó con la Asociación para hablar de este proyecto, pero la falta de consenso político entre los alcaldes de la zona hizo imposible llevar a buen puerto esta idea. La inversión inicial necesaria para acondicionar la vía, después de años de abandono, adaptar un pequeño taller donde guardar el material ferroviario, y adecentar las estaciones donde los viajeros tengan que subir y bajar, requiere que todas las voluntades políticas trabajen en la misma dirección. Desde la AZAFT estaríamos encantados en colaborar en el proyecto y aportar todos nuestros conocimientos y experiencia sobre el tema, además creo que contamos con el vehículo ideal para iniciar la explotación, un Ferrobús.”
Nosotros, que hace ahora exactamente 20 años, reivindicamos la Vía Verde de Ojos Negros, estamos convencidos que subir en tren hasta las minas es lo mejor para el cicloturista, pero además creemos que bien planteado, ese tren histórico-turístico puede convertirse en el segundo Dinópolis de la provincia en tanto que atraería al turismo familiar y extranjero. Creemos que la inversión que se pueda hacer en poner en servicio ese tren a Ojos Negros y potenciar el ferrocarril y el cicloturismo asociados al mismo y a la Vía Verde de Ojos Negros, repercutiría claramente en el sector económico provincial, pues son pocos los trenes turísticos en nuestro país y sería sin duda un polo de atracción de primer orden.
Sabemos que es difícil pues así nos lo demuestra la experiencia, ya que después de años de reivindicaciones, ni nosotros, ni la mayor parte de los aragoneses y valencianos que usamos el ferrocarril de la línea Zaragoza-València entendemos porque es tan dificil que Renfe ponga espacios y facilidades para llevar bicis en sus trenes para potenciar el cicloturismo asociado a la Vía Verde. Pero entendemos todavía menos al gobierno de Aragón que subvenciona con el dinero de todos los aragoneses unos servicios ferroviarios mal planteados y sigue permitiendo verdaderas marcianadas: Una de ellas, la de establecer un tren regional entre Teruel y València en días alternos que justamente no funciona los viernes por la tarde entre València y Teruel que es cuando hay mayor demanda. Tampoco es de recibo que en un corredor donde los trenes van medio vacíos y que discurre junto a una vía verde que ha sufragado en parte el propio gobierno aragonés, el gobierno de aragón no haya hecho nada serio (como si se ha hecho en Cataluña tras el traspaso de la gestión de los trenes a la Generalitat) para obligar a Renfe a adecuar los espacios necesarios para la demanda de transporte de bicicletas que se da en este corredor. Sin embargo, cuando hay voluntad política Sí se Puede, y ésta por desgracia parece que solo vendrá cuando la sociedad civil aragonesa en su conjunto y especialmente la turolense a la que siempre apoyaremos los valencianos que amamos Teruel, se mueva en la misma dirección.
Antonio Llópez Moreno (Col.lectiú València en Bici-A.E.A) y Pedro Abad Martínez (Plataforma Ferrocarril de Teruel)»