Antecedentes:
Durante el II Congreso Ibérico “la Bicicleta y la Ciudad” organizado por Con Bici en La Coruña en 1998, nuestro compañero Antonio Llópez presentó bajo el nombre “Carriles Bici o Ciclocalles: el caso de la ciudad de Valencia” una ponencia que reflexionaba sobre la posibilidad de trazar una red de ciclocalles alternativa a la de aceras-bici de la ciudad. Antes, en 1995 ya habíamos editado un plano de “rutas alternativas” que más tarde, en el 2000, se actualizó y se reeditó por el Diario levante bajo el nombre de “Rutes urbanes per anar en Bici”. Esas “rutas alternativas” se convirtieron mucho después en carriles-bici que discurren todavía por el viario secundario de la ciudad, algo a todas luces innecesario pues donde son verdaderamente necesarios los carriles segregados es en las vías de tráfico intenso y rápido. Aun así, hay que valorar de estos carriles por las vías secundarias algo muy importante, y es que permiten la circulación ciclista en ambos sentidos en calles de un solo sentido.
Asumida la importancia de la movilidad en bicicleta por los grupos políticos verdes y de izquierda de entonces (EU, El Bloc, Els Verds) el gran salto en el proceso de asunción política por los grupos políticos mayoritarios comenzó cuando Carmen Alborch del grupo municipal socialista las incluyó en su programa electoral con motivo de las elecciones de 2007. Después, el proceso siguió con nuestra intervención en el pleno del ayuntamiento en febrero de 2008 y culminó con una reunión en abril de 2008 con el señor Novo, Concejal de Circulación y Transportes del PP. En esa reunión, un mes después de la aparición de nuestra “Guía de la bici de Valencia” que le regalamos y en la que le explicamos la idea de hacer una red de ciclocalles, nos comprometimos a entregarle el diseño de una posible «cicloruta» piloto (no nos atrevimos a nombrarlas ciclocalles pues el término podía resultar “radical”) con el fin de comprometerlo (ver obligatoriamente archivos adjuntos sobre cicloruta piloto y su señalítica). Unos días después y para nuestra sorpresa, encargó su propio informe técnico que fue finalmente dado a conocer a la opinión pública en septiembre de 2008 momento en que fue respaldado públicamente por la propia alcaldesa Rita Barberá (ver artículos prensa ciclocalles en adjuntos).
Al final, las ciclorutas que le presentamos acabaron por instaurarse como «ciclocalles» , estableciéndose la primera el 14 de noviembre de 2008.
1-Las ciclocalles no han cumplido con las expectativas.
Después de 7 años de funcionamiento de las ciclocalles en Valencia, pensamos que las ciclocalles no han cumplido con las expectativas depositadas en ellas.
El objetivo que teníamos con las ciclocalles era crear una especie de masa crítica ciclista, que estas canalizaran gran cantidad de tráfico ciclista de manera que se disuadiera en gran medida el uso de estas calles por el resto de vehículos, pero esto no ha sido así. En la mayoría de los casos el tráfico ciclista no se ha canalizado por ellas con la suficiente intensidad. Creemos que ello se puede deber en parte a la falta de información de donde están y el desconocimiento hacia donde se dirigen ya que la gente se guía en la ciudad con la referencia de las grandes arterias de circulación y estas calles son calles de barrio. Por otro lado, y esto es lo peor, en ellas se sigue acosando al ciclista a pesar de las marcas viales. Los límites de 30 km/h invitan a ciertos automovilistas a creerse con el derecho a igualarlos y no solo eso, a menudo no guardan las distancias mínimas que establece la ordenanza y la ley de tráfico y acosan al ciclista que circula a 20 km/h. En definitiva, en ellas los ciclistas siguen percibiendo el acoso.
2-Son necesarios cambios en la red de ciclocalles y seguir aumentando la red.
-Vista la problemática existente, sería necesario retomar la idea básica que estaba en el concepto de las ciclorutas: la señalización del comienzo y fin de ruta y las direcciones y lugares a donde llevan estas ciclocalles o ciclorutas (ver archivo adjunto sobre señalítica).
-Por otro lado, parece necesario bajar la velocidad a 20km/h en las calles de un solo carril y hacerla efectiva estableciendo cada cierta distancia pequeños badenes con huecos en el centro para el paso de los ciclistas, que “obliguen” a los automovilistas a respetar las velocidades.
-Otra de las características de esa propuesta que hicimos de “ciclorutas” era el establecimiento de carriles en contrasentido para hacer permeable la red en ambas direcciones.
1 CICLORUTA PILOTO EN LA CIUDAD DE VALENCIA copia
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