Nota de prensa compartida entre la Federación de Asociaciones de Vecinos y Vecinas de València y València en Bici – Acció Ecologista-Agró.
El movimiento vecinal, ciudadano y ciclista de València se dio cita el pasado martes 26 de febrero (2019) en la sede de la Federación de Asociaciones de vecinos de Valencia para buscar puntos de encuentro respecto al tráfico, transporte y movilidad en Valencia ciudad, teniendo como telón de fondo que estaba abierto el periodo de alegaciones a la nueva ordenanza de movilidad de Valencia (hasta el 25 de marzo). Finalmente a la convocatoria asistieron 19 representantes de asociaciones de vecinos, 1 de CAVE-COVA, 2 de Tres Rodes (Aspaym) y de 4 de València en bici.
El motivo del encuentro era limar asperezas y aparentes enfrentamientos que estaban apareciendo en los media y las redes sociales entre ciclistas y vecinas/os y buscar más los puntos de encuentro que las discrepancias. En la reunión se permitía manifestar cualquier opinión o discrepancia, si bien sólo se iban a tratar aquellos temas de mayor acuerdo o que contribuían a sumar, tomando notas de las desavenencias para su debate en otro momento. Hay que decir que no hubo desavenencias que requirieran un posterior debate.
Al final, la casi totalidad de aportaciones las hicieron las asociaciones de vecinos, que se mostraron críticos y a la vez comprensivos con la situación de los ciclistas pero que expresaron con claridad que los principales problemas y sus soluciones del tráfico en València estaban en el diseño de ciudad y de las vías, en la calidad de los servicios públicos y en el comportamiento de las personas.
Respecto a las alegaciones a la ordenanza, la Federación vecinal anunció que ya ha hecho sus alegaciones pero está abiertas a nuevas propuestas. Por su parte València en Bici aún no las ha presentado pero cuenta con su propia propuesta de ordenanza.
Todos los presentes, la mayoría del movimiento vecinal, manifestaron, por orden, su opinión, sus puntos de vista y luego hubo una segunda vuelta abierta de comentarios y respuestas. A continuación se presenta una síntesis de las ideas expresadas organizadas por temas. No se trata pues de acuerdos tomados formalmente, no es el sentir unánime del movimiento vecinal y/o ciclista, sino un conjunto de aportaciones particulares, muestra de la diversidad que existe en estos movimientos. Pero son ideas que dan que pensar.
1) Circulación. En València hay mucho coche, en parte por los que vienen de los pueblos o los que van a polígonos industriales y no cuentan con un transporte público en condiciones. Las bicis (y patinetes) nunca deberían ir por las aceras. Cabría dejar vías para coches y otras contiguas para bicis y patinetes, o hacer calles 30 en toda la ciudad, aunque no siempre se respeta. El problema del tráfico también es ambiental y de salud, València huele mal. A la hora de organizar el tráfico primero ha de ser el peatón, luego el transporte público, seguido del transporte no contaminante y el último el coche.
2) Usuarias de la vía y su comportamiento. Se pide responsabilidad, respeto y educación por parte de todos. El peatón tiene una sensación de peligro frente a la bici, se siente indefenso y a veces agredido, por la diferente velocidad y por el comportamiento de algunos ciclistas que no cumplen las normas y no son respetuosos con el peatón. ¿Qué pasa con la responsabilidad civil de un ciclista que atropella con un peatón? Pero también ¿qué pasa con la responsabilidad civil de un peatón que se mete en el carril bici y le provoca un accidente? La convivencia con los patinadores se muestra todavía más compleja. Pero la principal conducta a cambiar es la de los que van en coche, muchos aunque tuvieran transporte público o sepan que contaminan no dejarían el coche.
Todo cambio, aunque sea bueno para la salud y las personas, es complicado y supone molestias pero en unos meses la situación se normaliza y se empiezan a ver las ventajas. Hay medidas que han salido de presupuestos participativos en los barrios, donde ha opinado quien ha querido, muchos o pocos. Otras medidas se han tomado sin consultar o no salen de la iniciativa ciudadana. Lo que sí parece claro es que para cualquier cambio hay que hablarlo en los barrios con los interesados. No se puede cambiar la ciudad en 4 años pero tampoco tardar mucho más. Cabría hacer una campaña de concienciación al civismo.
3) Modos de transporte. El peatón es el sujeto más débil, le falta espacio y habría que darle prioridad. Las personas en sillas de ruedas según su velocidad deberían poder elegir por donde circular. Al transporte público, que debería ser un servicio universal de ámbito metropolitano, le falta financiación, frecuencia y rapidez; rapidez que le resta tanto coche circulando. Los patinetes no pueden ir por la acera pero tienen su derecho ¿Por dónde pueden circular y en qué condiciones de seguridad? El coche privado domina la ciudad (el tráfico lo invade todo) y es un gran problema, la alternativa es un buen transporte público y una “organización cercana”, reducir el número y velocidad de los coches, y reconocer que a veces son necesarios.
4) Infraestructura vial. Las aceras son estrechas o están ocupadas por terrazas. Y ni siquiera cumplen con la normativa estatal que fija 1,8 m. accesibles, libres de obstáculos, para el desplazamiento peatonal (ver Orden VIV/561/2010). Carriles bicis: se empieza a tener una red de carriles bici pero hay algunos mal diseñados y nunca deberían quitarle espacio al peatón o al bus. Hay que estudiar mejor dónde se hacen y consultarlo con los vecinos. Hay carriles bici por los que no va nadie pero la gente ya los utilizará, al igual que si se crean jardines los niños jugarán en ellos. Es cierto que reduce espacio para el coche y eso les incomoda. En todo caso siempre deberán contarse con espacios frecuentes de carga/descarga y poder subir/bajar personas mayores cada pocos metros. Las pedanías carecen de comunicación en bici por ciudad, se podría habilitar algunos caminos de huerta para las bicis. Aparcamientos (de coches) no faltan, sobran coches, como sobran las vías de 4 o más carriles.
5) Diseño urbano. Lo fundamental es respondernos a ¿qué ciudad queremos? y ¿cómo la vamos a conseguir? Tenemos una ciudad para el coche y no para las personas y la relación social y ello dificulta el andar, y el ir en bici. La reducción de coches en la ciudad nos va a venir de Europa para el 2030 y el peaje de Londres ha sido bastante positivo, a cambio de mejorar mucho el transporte público. El carril bici es una opción para las bicis y patinetes pero si tuviéramos una ciudad 30 podríamos convivir todos. Pero sobre todo la ciudad hay que organizarla desde los barrios, buscando proximidad de los servicios y la participación vecinal.
Una relación más detallada de todos los comentarios habidos se puede consultar en el siguiente enlace: http://cort.as/-FjId.