Este mismo mes se inauguró un nuevo puente para pasar a ambos lados del jardín del Turia. Una vez más, como en casi todas las anteriores ocasiones en estos últimos 20 años, no se han tenido muy en cuenta las necesidades de aquella parte de la ciudadanía que se desplaza en bicicleta.
-De hecho, de los 18 puentes que atraviesan el jardín del Turia, sólo dos, disponen de algún tipo de infraestructura que proteja a los ciclistas del tráfico del resto de los vehículos. Un tráfico, que en la mayoría de los puentes suele ser denso y rápido. Sólo el puente de Aragón y más recientemente el de Astilleros disponen de algún tipo de protección para las bicicletas, mientras que en otros, como el de las Artes, del Ángel Custodio o l’Assut de l’Or por poner solo unos ejemplos, hay infraestructuras que acaban paradójicamente al inicio del puente, sin prolongarse sobre el mismo.
-Del mismo modo y esto es más grave pues viene de mucho tiempo atrás, las vías del tren, que cortan la ciudad en dos y que supuestamente desaparecerán cuando se ejecute el cada vez más lejano proyecto del Parque Central, sólo se ven salvadas por cuatro infraestructuras. De estas, una está destinada exclusivamente para vehículos a motor y de las otras tres, dos de ellas, la pasarela de Amparo Itúrbi en el barrio de Malilla y la parte peatonal del túnel de las Grandes Vías resultan inaccesibles o casi inaccesibles, no sólo para los y las ciclistas, sino para los viandantes con sillas de ruedas, carritos de bebés, carros de la compra, personas mayores, etc.
ACCIONES:
Queremos pues, reivindicar la universalidad de esos puentes y pasarelas, como correspondería al diseño urbano de una ciudad democrática y responsable. Queremos puentes cómodos y seguros para todos y no sólo para las personas que se desplazan en vehículos a motor.
Con este objetivo, iniciamos una serie de acciones de las que iremos informando como continuidad a nuestras anteriores reivindicaciones en seguridad ciclista en las grandes Vías y en la primera Ronda de Circunvalación, para denunciar las barreras arquitectónicas que para mucha gente suponen los puentes mal resueltos, las vías de tren infranqueables y las “autovías urbanas” dónde el vehículo a motor es el único que cuenta.
PROPUESTAS:
1- Los Puentes sobre el jardín del Turia
Como es característico del colectivo Valencia en Bici, además de estás reivindicaciones y con el ánimo de favorecer y apoyar las mejoras de manera simple y con muy bajo presupuesto, queremos aportar una serie de ideas surgidas a partir del estudio pormenorizado de cada puente:
Para ello, queremos comentar que la propia ordenanza de tráfico introduce en su articulado varias “herramientas” que podrían aplicarse para solucionar de una manera provisional y poco “costosa” la problemática existente en los puentes que atraviesan el jardín del Turia y otros itinerarios:
Titulo V, artículo 36.3 “Salvo en tramos señalizados al efecto, se prohíbe la circulación de bicicletas por las aceras y los jardines públicos” y artículo 36.7 “Así mismo, podrán circular por carriles reservados a otros usos cuando así lo habilite la señalización correspondiente”. Partiendo del hecho de que una de las pocas cosas de la ordenanza con la que estamos totalmente de acuerdo, es la prohibición generalizada del uso de las aceras para la circulación ciclista, no es menos cierto que nos parezca más que interesante la salvedad que se establece en el artículo 36.3, pues permite con solo el establecimiento de una señal, la circulación por algunas aceras y jardines que son apropiados para la convivencia bicicleta-peatón e importantes para la continuidad de algunos itinerarios ciclistas. Por otro lado, la posibilidad de compartir el carril bus-taxi (algo que podría hacerse sin grandes problemas en la Gran Vía Fernando el Católico) es una reivindicación «histórica» de nuestro colectivo que facilita la incorporación de los ciclistas nóveles a la circulación por las calzadas. De este modo, por ejemplo, se recuperaría la travesía por lugares concretos de los jardines de Viveros o la circulación por algunas aceras y jardines con apenas tránsito peatonal y de gran anchura que podrían usarse en algunos puentes o en los márgenes junto al pretil del jardín del Turia, que como toda la ciudadanía sabe, carecen de alternativas seguras para los desplazamientos en vehículos no motorizados, por están flanqueados por verdaderas autopistas urbanas. Además, existe ya en la ciudad un precedente de un carril (en calzada) de circulación en contrasentido que a día de hoy demuestra la viabilidad de su uso en otras zonas de la ciudad incluyendo puentes como el de San José.
No obstante la solución definitiva pasaría por la creación en cada puente no peatonal, de un carril-bici a costa de la calzada actual o de un carril por sentido de circulación a velocidad limitada a 30 km/h.
2- Las vías del tren
Se hace más que imprescindible la construcción tanto en la zona de Malilla como de las Grandes Vías de sendas pasarelas diseñadas con todos los criterios necesarios de accesibilidad universal.
Comencemos a describir los puentes de oeste a este:
1-El puente Nueve de octubre dispone de tres carriles de circulación general en cada sentido de la marcha con mucho tráfico y que hacen la circulación en bicicleta muy poco segura. Hay dos aceras-bici en su lado norte (una a cada lado de la avenida Pío Baroja) que no continúan sobre el propio puente. Consideramos que, ya que existe una señal a cada lado del puente anunciando que las rampas de descenso al jardín, son de uso común tanto para ciclistas como para peatones, se podría extender este concepto de “convivencia” también a las aceras del propio puente, con señalización pertinente, puesto que son adecuadas para ello, continuando así el trazado de dichas aceras-bici y resolviendo el agravio comparativo sobre el ciclista que se ve forzado a cruzar por debajo del jardín sin ser realmente necesario.
2-El puente de Campanar dispone de cuatro y cinco carriles de tráfico general por sentido de circulación, poco “seguros” para la circulación ciclista pues el tráfico es denso y rápido. A una de sus estrechas aceras (la oeste) desemboca tanto por el norte como por el sur una acera-bici que, de nuevo, se interrumpe bruscamente al entrar en el puente sin que exista una señalización clara (hay una señal en el suelo sólo en la acera sur pero no se sabe bien si señaliza la bajada al jardín o la posibilidad de usar la acera del puente) que autorice a compartir la acera del puente con el tráfico peatonal.Esta carencia, expone al ciclista a una infracción o al riesgo que sienten algunos a la circulación por la calzada. Consideramos que, añadiendo una señalización clara (que proteja su paso por el puente) compartiendo la acera con los peatones, se resolvería la continuidad de la acera bici. Acera bici que se adentra rumbo norte por la avenida del Músico Maestro Rodrigo sin llegar a su final, a la rotonda desde donde sale una vía ciclista que une el núcleo urbano de Valencia con su pedanía de Benimamet. Creemos que la prolongación de esa acera-bici a lo largo de Maestro Rodrigo (tramo de 800 metros entre la travesía con la calle Miguel Navarro que es donde acaba la acera-bici actual hasta la rotonda con la avenida General Avilés y su prolongación por la misma avenida hasta la rotonda donde confluye con la calle la Safor y la avenida Pío Baroja) es importantísima para conseguir que la red ciclista tenga la adecuada continuidad.
3-El puente de Ademúz también cuenta con cuatro carriles de tráfico general poco “amables” con la bicicleta y una acera no muy ancha a ambos lados. En su lado norte en la avenida Pío XII discurre un carril-acera bici que termina en una rampa de descenso al jardín del Turia. Creemos que en cada sentido de circulación y junto a las actuales aceras se puede crear un carril-bici sobre elevado respecto a la calzada que tendría continuidad en forma de carril bus-taxi-bici en ambas calzadas de la gran Vía de Fernando el Católico.
4-El puente de las Artes es en estos momentos uno de los puentes dónde sería más fácil dar soluciones para hacerlo “amable” para los usuarios de la bicicleta poco “atrevidos”. La ancha acera del puente y no muy transitada, lo convierten en un candidato perfecto para aplicar la ordenanza adecuadamente.De hecho, a ambas partes del puente confluye una acera-bici que sin embargo no se prolonga por el propio puente ni siquiera con una sencilla placa que lo autorice. Vemos de nuevo, que aplicando el artículo 36.7 de la ordenanza,sepodría autorizar la circulación de bicicletas tanto por la acera del puente como su continuidad del itinerario, por la ancha y poco transitada acera que une este puente, por la avenida de Menéndez Pidal, con la estación de autobuses y Nuevo Centro.
5- El puente de San José apenas tiene tráfico, pero al no peatonalizarse como se prometió cuando se construyó el cercano de las Artes, impide el tráfico ciclista en ambos sentidos de circulación. Este puente es sin embargo, muy importante para el tráfico ciclista ya que une el Centro Histórico con la Escuela oficial de idiomas y también con la zona de Marxalenes a través de una calle muy apropiada como es la calle Doctor Olóriz que es de doble dirección y de poco tráfico. Es importantísimo pues para el tránsito ciclista que se pueda circular por él en los dos sentidos de circulación. Por ello, lo ideal es que se peatonalizara permitiendo el paso de ciclistas a ambas partes del puente o por lo menos que se permitiera ir en contrasentido mediante el establecimiento de una infraestructura junto a la acera oeste del puente, similar a la que ya existe en el barrio de Campanar.
6- Las Alameditas de Serranos. Entre el Puente de San José y el del Real existen unos jardincitos (las alameditas de Serranos) junto a la marginal derecha del cauce del Turia verdaderamente útiles para unir itinerarios ciclistas tanto entre el Centro Histórico y las rampas que entran y salen del jardín del Turia como entre los propios puentes históricos de esta parte de la ciudad. En la actualidad y según la ordenanza (pues no hay señal alguna que lo autorice) no existe la posibilidad de atravesarlas en bicicleta dificultando entre otras cosas el acceso a las rampas que acceden al jardín del Turia.
6a- El puente de Serranos al estar peatonalizado nos parece adecuado, 6b-Respecto a la pasarela peatonal de madera desconocemos sus posibilidades para usarla con bicicleta, 6c-El nuevo puente junto a la pasarela no nos parece de momento muy agresivo por su volumen de tráfico y 6d-El puente de la Trinidad tal vez podría «apaciguarse» algo con un carril de velocidad limitada a 30 km/h.
7- El puente del Real con tres carriles de circulación en ambos sentidos y de tráfico rápido e intenso no ofrece en calzada ningún atractivo a los y las ciclistas nóveles. El carril bici que desde la zona universitaria se le aproxima muere en el jardín del Turia sin comunicarse con el centro de la ciudad. Sin embargo, este puente ofrece un itinerario protegido del tráfico verdaderamente estratégico para pasar entre el Centro Histórico y la zona universitaria de Blasco Ibáñez. Usando la acera oeste del puente y parte de las Alameditas de la calle Pintor López, los ciclistas podrían pasar desde el carril-bici de la puerta de Viveros con la calle Trinitarios y viceversa.
8- Tanto el Puente de la Exposición como el de las Flores no comunican adecuadamente la zona de Mestalla con la primera ronda de circunvalación y el Ensanche. Ambos puentes al ser de un único sentido de circulación penalizan el tráfico ciclista que se ve obligado a dar enormes rodeos o lo más frecuente, cruzarlos en contrasentido por las aceras. Existiendo carriles-bici a ambos lados del cauce del Turia (La Glorieta-Navarro Reverter a una banda y Arquitecto Mora en la otra banda) sería conveniente unirlos a través de estos puentes reconvirtiendo uno de los cuatro carriles de que dispone cada uno de los puentes en un carril-bici sobre elevado sobre la calzada.
9- El puente de Aragón es el más usado por los ciclistas pues es el más céntrico entre los que cuenta con una zona destinada al tráfico ciclista. De hecho un carril-bici discurre por su acera oeste pero sería muy conveniente establecer otra de las mismas características sobre su acera este.
10- El puente del Ángel Custodio es un ejemplo más de cómo un puente no comunica a los usuarios de la bici. El carril-bici de la avenida Peris y Valero muere en el cruce con Jacinto Benavente justo antes del inicio del puente y el carril-bici del Paseo de la Alameda con Eduardo Boscá pasa a escasos metros de la otra parte del puente. Siendo un puente con mucho tráfico motorizado sólo las aceras convenientemente señalizadas para ser compartidas entre peatones y ciclistas podrían resolver de momento este grado de incomunicación.
11- El puente del Reino con cuatro carriles de circulación por sentido dónde no hay a penas volumen de tráfico pero si a gran velocidad podría ser es un puente estratégico para el tráfico ciclista. Podría ser un puente estratégico porque en la actualidad no es un puente prioritario para el tráfico automóvil pero es sin embargo un itinerario muy directo para pasar en bici desde el Centro de la ciudad a la zona comprendida entre la avenida de Francia y la avenida del Puerto. Bastaría con utilizar un carril por sentido como carril 30 prioritario para bicicletas para enlazar con la avenida del Reino de Valencia donde se podría establecer también un carril 30 (el carril más a la derecha de la calzada con limitación a 30 km/h) en cada sentido de circulación. Al otro lado se debería establecer un carril-bici que uniera el ahora existente sobre el Paseo de la Alameda con el de la avenida del Puerto utilizando la calle Río Escalona.
12- El puente de Monteolivete es más que ninguno un verdadero circuito de F-1 que refleja no solo lo que pasa sobre él sino todo lo que le rodea. Al sur entronca en la rotonda donde confluye la avenida de Instituto Obrero (una verdadera pifia urbanística totalmente anticiclista pues no puede dar continuidad de manera alguna al carril-bici de la avenida de Hermanos Maristas) con la autopista del Saler que aunque ha cambiado de estatus y nombre sigue haciendo honor a su estatus original (autopista) y al norte, con la rotonda del “Parotet” un verdadero peligro para los ciclistas que la cruzan siguiendo los tiempos semafóricos que priorizan el tráfico a motor sobre peatones y ciclistas usuarios del carril bici. Pifia anticiclista que se prolonga hasta la zona universitaria por las avenidas del padre Tomás de Montañana y del Doctor Manuel Candela (una de las avenidas más hostiles con los usuarios de la bici y sin embargo estratégica para la población universitaria). De esta manera la población universitaria del sureste de la ciudad ve su trayectoria a los campus de Tarongers más que dificultada. Ante tal desatino no se nos ocurre otra manera de resolverlo (quedando de todas formas insatisfechos con lo que pueda resultar) más que compartiendo las aceras sobre el puente con los peatones y el carril derecho en las avenidas de Instituto Obrero y Tomás de Montañana-Manuel Candela con los autobuses. Otra solución a más largo plazo pasaría por construir una pasarela ciclista y peatonal entre la rotonda donde confluyen la avenida de la Plata (donde hay carril-bici) y la avenida de Alcalde Gisbert Rico (calle de tráfico no muy denso con grandes posibilidades para establecer una ciclocalle que le diera continuidad al carril-bici de Hermanos Maristas) con la rotonda donde confluyen el paseo de la Alameda y la avenida de Francia desde dónde partiría un carril-bici por la calle Río Escalona que serviría de alternativa a la pifia anticiclista de las avenidas del Padre Tomás de Montañana y Doctor Manuel Candela.
13- El puente de L’Assut d’Or es otro ejemplo de lo que Calatrava es capaz de hacer en incomunicación ciclista. Existiendo un carril-bici en la entrada a cada lado del puente, Calatrava fue incapaz de diseñar un espacio para la conexión de ambos.
14- El puente de Astilleros es el único puente en estos últimos 20 años que ha visto crecer sobre él una infraestructura destinada al tráfico ciclista pues sobre él se conecta el carril-bici de la avenida del Puerto (un gran logro del movimiento ciclista a pesar de que su diseño se ha quedado más bien corto) con el que se dirige al Saler.