Lejos de parecer una imagen del pasado, una de las más serias propuestas para disminuir las emisiones en el transporte es viajar en tren. Pero no vale cualquier tren, debe ser un tren que llegue a las capitales de todas las provincias, haga paradas en la mayoría de los pueblos y se pueda subir cargado de equipaje, con maletas, carritos de bebe y bicicletas.
Es para reivindicar este tipo de tren que durante los días 15 a 17 de abril las asociaciones Rodamons y València en Bici y el sindicato CGT realizaremos una ruta cicloturista por la plana de Utiel-Requena.
Comenzaremos viajando en tren desde Valencia a Requena, aunque solo 12 de las casi 70 personas inscritas podrán subir al tren con sus bicis. RENFE no ha querido habilitar un vagón para bicis y la organización ha tenido que contratar un autobús. Este es un ejemplo de la malograda gestión de RENFE. La pérdida de viajeros por un servicio deficiente es utilizada desde hace décadas para justificar la continua degradación de los trenes regionales.
Son múltiples las causas que han propiciado el abandono de este tipo de tren: habituales retrasos sobre el horario previsto, falta de inversión para la modernización de los vehículos, cierre de líneas en todo el territorio español. Esto ha ocurrido a la vez que el Ministerio de Transportes ha destinado los recursos públicos a la red de alta velocidad que sólo une capitales y condena a los pueblos a la ausencia de un transporte público, sostenible y de calidad.
Paralelamente, el Ministerio ha sobredimensionado la red viaria, incrementando el transporte privado y de mercancías por carretera . Ha preferido invertir en el negocio de construir carreteras y el transporte particular en detrimento del transporte colectivo y con menores emisiones contaminantes.
Pero hay razones de peso para revertir esta tendencia. El transporte por carretera, los puertos y los aeropuertos son las mayores fuentes de contaminación atmosférica en Europa. La contaminación atmosférica es la primera amenaza ambiental para la salud humana. El sector del transporte representa el 25% de las emisiones totales de efecto invernadero de España, responsables del cambio climático, y la carretera representa casi el 95% de esas emisiones. El ministerio de transporte debe destinar los fondos europeos a políticas de restablecimiento de conexiones por trenes regionales a las poblaciones del territorio. Urge un cambio real.
Además, mantener unas comunicaciones que no fomenten el uso del transporte privado es una cuestión de equidad. La población rural tiene tanto derecho como la de la gran ciudad a desplazarse con los medios de transporte menos contaminantes. Son lugares donde se vive manifiestamente mejor que en la ciudad si existen los servicios mínimos y hay trabajo, y son lugares para visitar en busca de tranquilidad. Se resisten a desaparecer a pesar de las políticas que dirigen a las personas hacia las grandes ciudades y la costa.
La ruta apoyará la lucha de los pueblos como Camporrobles, que sigue activa 2 años después del cierre de su línea, reivindicando la reapertura y buscando soluciones para mantenerse comunicada mediante el tren. El Domingo 16 se proyectará el documental “desmantelando la línea” de Joel Chaou en Venta Contreras.
Desmantelar una línea y hacer una vía verde no es una solución a los graves problemas medioambientales del territorio. Los caminos ciclables necesitan transporte público para llegar a ellos. Tenemos el ejemplo de la vía verde de Ojos Negros, una de las más antiguas y largas de España. Cada vez es más difícil acceder por las limitaciones de 3 bicis máximo en media distancia y la sustitución de trenes por autobuses donde las bicis no se pueden subir. En festivos solo 2 trenes al dia dejan subir bicis. Desde hace más de 20 años la falta de inversiones en trenes de cercanía y regionales ha condenado una vía verde que está sin dinamizar y sin servicios a pesar de las promesas de la Generalitat Valenciana.
Las personas ciclistas tenemos carreteras secundarias y caminos para disfrutar de las bellas y singulares tierras de la plana de Utiel-Requena. Nos hace falta tren. Por ello, durante 3 días de ruta nos concentraremos en las estaciones, abiertas y cerradas, reivindicando un futuro para el tren.
Otra vertebración del territorio y otro turismo es posible. Pero hace falta que la administración del estado invierta en ello sin excusas de mal pagador. Urge actuar por la emergencia climática que ella misma declaro en 2020.
Rodamons, CGT, Valencia en Bici – Acció Ecologista Agró